domingo, 2 de noviembre de 2008

Tratado de las Perversiones Cinematográficas

¿Qué tienen en común el esencial travelogue de Baudrillard por Estados Unidos (América); los ensayos de Benjamin o Didi Huberman; la peli La mirada de Ulises, de Angelopoulos; las Mitologías de Barthes, las colaboraciones de Sven Nyqvist con Woody Allen; las maquetas de Koolhas, las letras del disco Horses de Patti Smith y los guiones de Handke para Wenders? En principio, nada, no podían ser más disímiles. Pero si cuestiona uno un poco la pereza, asoma el nexo: son lecciones magistrales del arte de la mirada. Se debería añadir a esa lista The Perverts Guide to Cinema, una especie de documental o ensayo audiovisual, en el que Slavoj Zizek (pronunciar: “eslavoi yiyek”) nos regala una fiesta de inteligencia, pasión cinéfila y sutileza (lástima grande que estas tres virtudes les sean del todo ajenas a los irreductibles cretinos que pusieron los subtítulos –pero igual, como Dostoievsky, como Shakespeare, la tromba Zizek no pierde fuerza ante tales descalabros --ni siquiera tantito así). Los dejamos con un post al respecto.

Pero antes, no está demás, creo, pasar el chisme de que el título de esta “guía cinematográfica para perversos” es/contiene una bromita: Zizek parodia a Maimónides, autor de la muy talmúdica Guía para perplejos. Tiene un sentido esta parodia: The Perverts Guide to Cinema es, también, un ejercicio talmúdico. No olvidemos que, entre decenas de títulos, Zizek es autor del imprescindible Todo lo que usted quiso saber sobre Hitchcock y temía preguntarle a Lacan. (Lennon W. Mennard)



Sobre un Tratado de las perversiones cinematográficas


Fernando Barrientos


“Covered by the blind belief /
that fantasies of sinful screens”

Portishead


Sobre una serie de manchas temblorosas de test de Rorschach oímos: “El problema no es satisfacer nuestros deseos. El problema es saber qué es lo que deseamos. No hay nada espontáneo en el deseo humano, nuestros deseos son artificiales. Se nos debe ‘enseñar’ a desear. El cine es el arte perverso por excelencia: no te da lo que deseas, te dice cómo debes desear.” Así empieza The Pervert’s Guide to Cinema, una especie de ensayo visual en el que Slavoj Zizek (Ljubljana, 1949) utilizando fragmentos de algunas películas nos presenta algunos síntomas, algunas perversiones, algunos aspectos oscuros, y no tanto, del cine. Se acostumbra censurar al impertinente partenaire o vecino que habla mientras vemos alguna película, en este caso se agradece la guía de Zizek por iluminar sentidos no percibidos antes y en algunos casos por renovar totalmente la visión de una película ya vista.

Zizek, que se hizo filósofo luego de abandonar el cine como primera vocación, ha dicho que del cine le interesan como temas en particular la descripción de las relaciones sexuales entre hombres y mujeres, su narrativa de las catástrofes y la identificación de las situaciones que activan los mecanismos de censura de la industria cinematográfica. Pero sobre todo Zizek se sirve del cine para poder ilustrar algunos conceptos del psicoanálisis a través algunos fragmentos de películas. El mejor ejemplo es lo que hace con Psicosis, de Hichtcok (una de las obsesiones de Zizek): lee en la disposición espacial de la casa en la que se desarrolla la película, los tres pisos de la casa, los tres niveles de la subjetividad humana: “la planta baja es el Ego, donde Norman, el protagonista, se comporta normalmente. En el piso de arriba se encuentra el Superego, la madre como figura del superego (el superego no es entidad ética, el superego es una entidad obscena que nos bombardea con órdenes imposibles y se ríe ante nuestra imposibilidad de complacer sus demandas, mientras más obedecemos más culpables nos hace. Hay siempre cierta locura obscena en el superego). En el sótano esta el Ello, el reservorio de las pulsiones ilícitas.” Similar análisis lo traslada a los Hermanos Marx: Groucho (el hiperactivo) es el Superego, Chico es el Ego (racional, calculador) y Harpo es una flagrante muestra muda de las pulsiones ilícitas, es el Ello es su más radical ambigüedad, una mezcla de inocencia y corrupción absoluta.

El caso de la interpretación de The Matrix es también representativo: en la escena en la que Morpheus le da a elegir a Neo entre la píldora azul (que mantiene al sujeto feliz en su ignorancia) y la píldora roja (que revela los entretelones de The Matrix): a Zizek no le doran la píldora, él quiere una tercera píldora: que permita ver, no la realidad que hay detrás de la ilusión, sino la realidad en la ilusión, en la ficción. “No es una elección entre la ilusión y la realidad. Claro que la Matrix es una máquina de ficciones. Pero son ficciones que estructuran nuestra realidad. Si se le quita a nuestra realidad las ficciones simbólicas que la regulan se pierde la realidad misma.”

Hay mucho humor involuntario en The Pervert’s Guide To Cinema: comentarios sexuales, parodias involuntarias, el acento de Zizek en inglés. Zizek habla con un acento eslavo duro, como un Borat inteligente pero ininteligible: debajo del puente de San Francisco, en el exacto lugar donde se rodó la escena de Vértigo que se va a comentar, le pregunta a un transeúnte si ha visto Vértigo, el transeúnte responde ‘perdón, no entiendo lo que dice’. Es también muy divertida la escena en que se reproduce el plano de la llegada en lancha de Melany, de Los Pájaros de Hitchcock. Es muy chistoso ver conducir a Zizek la misma lancha que Melany, con la lengua afuera, jugando como un niño, especialmente el momento que pierde un poco el control de la lancha y se autoanaliza y dice ‘estoy pensando como Melany: “Me quiero coger a Mitch”, eso es lo que ella estaba pensando’. Y luego, disfrazada de frase al azar, la revelación: “No sé por qué tengo ésta espontánea confusión de direcciones”. Esa me parece la clave desde la que debe ser visto, leído el gesto de The Pervert’s Guide To Cinema: Zizek se caracteriza por cruzar cosas (psicoanálisis con cine, marxismo con cristianismo, etc.), por leer los hechos desde lugares raros, anómalos.

Apenas han pasado 25 minutos de las más de dos horas y 20 minutos de duración, pero uno ya está deslumbrado, creyéndose más inteligente que los demás, hambriento de más revelaciones. Y las revelaciones siguen: sobre el cine de Lynch, donde la el estado de la fantasía, el espacio narrativo ficcional se vuelve demasiado intenso e intenta alcanzar al espectador, de manera que perdemos esa distancia y no sabemos si lo que nos perturba es lo de afuera, lo que vemos o nuestra fantasía. O que en estas mismas películas la subjetividad femenina no responde a las leyes de causa y efecto: le haces algo a una mujer, pero no sabes cómo reaccionará. O el error grosero de leer al psicoanálisis como obsesionado por la sexualidad: “Usualmente la gente lee la lección del psicoanálisis freudiano como si la sexualidad encerrara el último sentido de todo. Creo que Freud quería expresar todo lo contrario. No se trata de que todo es una metáfora de la sexualidad, de que cualquier cosa que hagamos estamos pensando en eso. La pregunta freudiana en cambio es ¿en qué estamos pensando cuando hacemos eso?”

Más declaraciones polémicas: que Lost Higway y Muholland Dr. son dos versiones del mismo film; los baños en The Conversertation y Psicosis; lo erótico en Persona y The Piano Teacher y muchas otras más. Hiperconsciente de la desnudez ideológica de las imágenes, Zizek parece sugerir que la política y el cine actúan de forma similar: “El arte del cine es generar deseo para jugar con él, pero manteniendo la distancia, domesticándolo, haciéndolo palpable”

También se aprecia aquí uno de los rasgos obsesivos de Zizek, además de su obsesión por la claridad expositiva, como por ejemplo la típica inversión del orden de algún postulado para ilustrar su posición: invierte el postulado “los sueños son para aquellos que no son lo suficientemente fuertes para enfrentar la realidad” a “la realidad es para aquellos que no están en condiciones de enfrentar sus sueños”. Pero más fuerte es la relectura que hace de un tópico posmoderno: “el engaño fundamental en la actualidad no es que nos tomemos demasiado en serio la ficción, sino por el contrario, es que no nos tomamos a las ficciones lo suficientemente en serio”. Desde allí debe leerse el recurso de regresar a las mismas locaciones donde se filmaron las películas, y no como una colección de souvenirs de fan.

Como los grandes pensadores, las reflexiones de Zizek afectan, actúan sobre, la ‘vida real’. Zizek sostiene casi textualmente que para entender el mundo de hoy necesitamos del cine ya que sólo en el cine obtenemos esa dimensión crucial que no estamos listos para enfrentar en la vida real. Las palabras finales son casi tan reveladoras como las del principio: “El cine es el arte de las apariencias. Nos dice algo sobre la realidad misma, nos habla sobre cómo se constituye la realidad”

4 comentarios:

JG dijo...

Y ya lo ve, don Cuervo, aprendí a dejar posts! Así que ya no lo molestaré, que mucho me sospecho Ud tiene mejores cosas que hacer (o no lo molestaré tan seguido, en todo caso).
He leído con mucho gusto esta reseña de la guía pervertida. Ojalá Barrientrotsky aparezca más seguido (trátelo bien, así vuelve). Aquí entró –como dice el taquirari de don Godofredo- “pateando sillas y espantando pollos”. Auspicioso debut blogueril.

Habría mucho para comentar. Zizek da para varias charlas. (Acabo de chequear que la Guía está subida a Youtube, en 7 capítulos). Pero por enquanto me queda la intriga sobre eso de que S/Z haya querido ser director de cine, y que haya acabado filósofo, digamos, por default. No lo sabía. Y no me sorprende. Tiene mucho sentido. Una anécdota, o data, en fin, que da para pensar. Y cayendo en juego zizekiano, si se quiere, da para plantear algo inverso: ¿se sabe de algún director de cine que haya querido ser filósofo y que, al frustrarse, haya acabado como filmmaker? Yo no sé de ninguno. El que más se acerca, claro, es Godard. Pero Godar está demasiado crca de todo.
Por lo demás, el cine lo inventó la filosofía. ¿O no es acaso la exposición del mito platónico de la caverna la reseña de una película?

PD. Otra peli con filósofo incluido que hay que ver es Ghost Dance. Allí actúa Derrida. Digo, es una película, no un documental, y Derrida sale de actor, no de JD. Es un tipo que hace comentarios marginales, a manera del coro griego, pongamos, sobre la trama. Unos divagues fenomenales sobre la condición del “revenant”, el muerto viviente, que Zizek retoma mucho en sus último libros para analizar la así llamada realidad virtual, esta burbuja post-postmoderna en que estamos sumidos. Hacia el final de la participación de Derrida, se le acerca una mujer desnuda. Y él sigue hablando de Freud y la Traumdeutung, de Heidegger y el Gelassenheit. Fiu! Inevitable asociar, al ver esa escena, la anécdota (quiero creer que apócrifa y de mala onda) de la muerte de T.W. Adorno (se dice que una alumna entró al despacho del filósofo de la dialektik der aufklarung, se puso en bolas delante de él, a escasos centímetros, y al viejo Theodor Wiesengrund, de pura emoción, le vino un paro cardíaco. Y palmó).

El cuervo dijo...

si, caro JG, Barientrotsky ya debuto y amenzo ke ya no la para (ya se pillo zizek!).
buena pregunta ese si hay algun filosofo ke se paso al cine (se imaginan un filme dirigido por HCF mansilla sobre su profe adorno?). pero como van los tiempos por ahi empiezan a aparecer
y como dices esperemos ke con esto empecemos a hablar sobre Zizek, del ke hay tanta cosa pa comentar. un tipo ke siempre esta al dia en todo (hace unas semanas salio en pulso una nota imperdible sobre el descalabro financiero, traducida por JC maclean(ah!, recorde ke me hablaste de un articulo de Zizek sobre Evo!!!, no?)
vaya no sabia esa de don jacques, gran actor en todo caso, gran actor

JG dijo...

Asi es, don Cuervo, la bestia pop eslava le dedica unas paginas al hombre de Orinoca. EL capitulo, haciendo gala de otra inversion hegeliana, titula "Por que el populismo es indefendible en teoria e insuperable en la practica".
El libro titula En defensa de causas perdidas. S/Z habla de todo, y un poco mas. Empieza discutiendo la condicion post-post a partir de una escena de La ruptura, esa peli con la ex de Pitt (Rachel, en Friends). Y sigue y sigue. Pasa por una demolicion de la Novena de Beethoven, por elogios para Nada, nadie, nunca, de Saer, y acaba discutiendo las nociones de hegemonia de Laclau, volviendo, por enesima vez, a la ultima peli de la saga de La guerra de las galaxias. En el interin, hay chistes. Gruesos, boludos, volatiles, geniales. De toda ralea.
Un rato de esos, Slavoj se burla de la ideologia de almas buenas que impera en la imaginacion nortemaericana: "Miren los libros", dice Zizek, "en las contratapas leemos que X autor vive en tal parte, tiene tantos hijos, visita a su anciana madre cada domingo y ama el canto de los pajarillos silvestres. BASTA!. Para mi proximo libro le voy a pedir a mi editor que ponga que yo ensenyo en tal universidad y que en mis ratos libres me dedico a bajar pornografia infantil de Internet y a cercernar patas de insectos en mi jardin". Zizek, pues.
Algun chiste de la Guia Pervert para comentar?

maximiliano barrientos dijo...

sí hay un filósofo que se pasó al cine. Y es un buen director. El belga Bruno Dumont. Muy recomendable.